Primera piedra del Centro de Innovación y Emprendimiento Industrial HIREKIN

Liderado por Mondragon Unibertsitatea, este proyecto diseñado por KREAN supone una inversión de casi 8 millones de euros y finalizará a mediados de 2024.

El centro de innovación y emprendimiento industrial HIREKIN de Mondragon Unibertsitatea tiene como objetivo hacer de la industria un sector más sostenible y digitalizado, promoviendo la descarbonización, digitalización y sostenibilidad de la industria y el sector tecnológico. El acto simbólico de colocación de la primera piedra del edificio se ha celebrado en las instalaciones de la universidad.

El nuevo centro de la Escuela Politécnica Superior se ubicará en el barrio de Uribarri de Arrasate-Mondragón y, gracias a las obras ya iniciadas, se creará un espacio de colaboración para empresas, emprendedores, investigadores y estudiantes -de la Escuela Politécnica Superior, de otras facultades o de terceras- que trabajen para transformar la industria y dar respuesta a otro modelo más avanzado y sostenible.

En la actualidad, estas son las entidades que colaboran con Mondragon Unibertsitatea para llevar a cabo el proyecto HIREKIN: MONDRAGON, Saiolan, Ikerlan, el grupo Fagor y la fundación Gizabidea, la Mancomunidad del Alto Deba, Isea, Galbain y el Parque Tecnológico Garaia. No obstante, al tratarse de un proyecto abierto, se espera la posterior fusión de más instituciones y empresas.

Las instalaciones del centro HIREKIN, con 6.000 metros cuadrados, dispondrán de un gran espacio industrial dotado de equipamiento para prototipos, simulaciones y experimentos. Asimismo, contarán con talleres y salas de conteo, espacios de cocreación y salas de reuniones, entre otros. Cabe destacar también que los agentes que intervienen en HIREKIN podrán disponer de los equipamientos industriales de los que dispone la universidad en sus laboratorios y en los talleres de otras sedes. De esta forma, se pondrán más recursos al servicio de HIREKIN y de la transformación industrial.

La primera fase de reurbanización del ámbito del centro HIREKIN ha tenido un coste de 3 M €y está prácticamente finalizada. La rotonda que facilitará el tráfico en la zona ya está hecha y en breve se abrirá la nueva solución de la rotonda, que desviará el tráfico hacia la zona del río. El proyecto de urbanización implica la plantación de 48 árboles y el ajardinamiento de zonas verdes.

Se utilizarán materiales reutilizables y biodegradables en la construcción, y está previsto colocar placas solares, sistemas inteligentes para mejorar la eficiencia energética, soluciones para la eficiencia hídrica y el cierre del ciclo hídrico, así como sistemas de recuperación de calor en las instalaciones industriales de la zona, entre otros.

Complejo flexible y sostenible.

Según ha expuesto Joxé Oleaga, Arquitecto y Director de Proyectos de KREAN, la escala monumental de su nave central abre el abanico para realizar una investigación práctica, ofreciendo un espacio único, de grandes dimensiones y prestaciones (puente grúa, solera que soporta grandes cargas…) y todo ello acompañado con multitud de servicios, talleres y laboratorios que se encuentran adosados a dicha nave. Estos espacios adjuntos ofrecen la posibilidad de adaptar las instalaciones a las necesidades concretas de cada proyecto de investigación. El orden, esquema y dimensiones de la estructura del edificio permite la flexibilidad de los espacios, en este sentido se han contemplado la incorporación de espacios de reunión, espacios de coworking y una cantina. Un buen programa de gestión dinamizará estos espacios para generar un entorno colaborativo.

El contorno del proyecto se cierra con una solución de "zócalo" que cose la nueva edificación con el edificio 10 de M.U. (antiguo Trefasa), ofreciendo una imagen de unidad del conjunto y trasladando una escala humana al complejo, acorde con el entorno residencial inmediato con el que convive.

La implantación, forma del edificio y los materiales que la conforman responden a criterios de sostenibilidad, Se han seguido las guías prácticas de sostenibilidad del IHOBE, siguiendo una estrategia de aprovechamiento de la luz natural neutra del norte, recuperación del agua de la lluvia para su uso en las cisternas de aseos, incorporación de cubiertas verdes o vegetales para atemperar los espacios, instalación de placas fotovoltaicas para el autoconsumo, la utilización de materiales reciclados en la construcción... Además, para calentar el conjunto se trabaja en el aprovechamiento del calor residual de las empresas del entorno.  La suma de todas estas y otras medidas y otras permitirá hablar de un edificio sostenible. 
 

16.01.2023

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