Papel Aralar, radicada en Amezketa (Gipuzkoa) desde 1936, es una empresa familiar, ya en su cuarta generación. Desde el inicio, la empresa se ha caracterizado por dotarse de la última tecnología en fabricación de papel, comprometiendo fuertes inversiones para ir siempre a la vanguardia. Así, entre los años 2015 y 2016, Papel Aralar abordó la construcción de un nuevo edificio destinado a acoger una nueva máquina de papel y con capacidad para acoger una segunda máquina similar. Esta máquina tiene capacidad de fabricar unas 20.000 t/año de papel, con unas características que la convirtieron en una exclusiva mundial. Se trataba de un soporte híbrido con mezcla de tecnologías papeleras y textiles para la producción de toallitas húmedas que resultaba totalmente biodegradable.
Papel Aralar fue, por tanto, el primer fabricante del mundo en producir este innovador papel, que viene a paliar los graves problemas ambientales generados por las toallitas húmedas convencionales: atascos en los sistemas de alcantarillados, problemas en las depuradoras, generación de residuos, etc. y las grandes inversiones públicas necesarias para paliar dichos problemas.
Con la denominación comercial de ARAFLUSH, se trató del primer papel dispersable en el medio ambiente, cuyas principales características son las siguientes: 100% de pasta de origen natural y biodegradable, sin aglutinantes, optimas resistencias en húmedo, alta absorción, rápida desintegración, certificado como dispersable, compostable, primera materia natural, renovable y con certificación forestal FSC/PEF.
Consolidado este éxito, la construcción del edificio para acoger la nueva máquina no fue más que la primera fase del proyecto. Poco después, en 2019, completados los trámites de planeamiento urbanístico, se inició la construcción y puesta en marcha de un almacén automático que ha requerido una importante inversión previa de excavación y muros anclados para acondicionar el terreno, dada la difícil orografía del emplazamiento y la necesidad de cuidar el impacto de un edificio de altura como éste en su magnífico entorno natural. La fabricación de este producto tiene como consecuencia directa la utilización de una materia prima y la generación de un producto terminado con un gran volumen y muy poco peso, que requiere una considerable ampliación de la capacidad de almacenaje de la planta, tanto para materia prima como para producto terminado.
Más recientemente, Papel Aralar ha tomado la decisión de instalar una nueva máquina para la fabricación de toallitas húmedas. Si bien el edificio estaba preparado para acoger una segunda máquina, para dar respuesta a las crecientes demandas del mercado y los más exigentes requisitos de sostenibilidad, resultó necesario realizar unas ampliaciones anexas para la instalación de todos los elementos accesorios a la producción de la nueva máquina, tales como depósitos, etc.
KREAN ha acompañado, y sigue haciéndolo, a Papel Aralar en todos estos desarrollos desde hace casi 10 años, asesorando en las tareas de urbanismo y planeamiento, en los proyectos de construcción e instalaciones, ayudando a convertir en realidad sus magníficas innovaciones.