En una entrevista realizada por Maite Reizabal para EnpresaBIDEA, Patricia Aja, Arquitecta y Directora de Proyectos en KREAN, reflexiona sobre el impulso de la Arquitectura en ámbitos como el de las instalaciones deportivas, las bodegas o la industria en el territorio Alavés.
EnpresaBIDEA es un periódico digital en euskera especializado en información económica y empresarial. Transcribimos aquí al castellano la entrevista realizada en euskera:
La arquitecta Patricia Aja ha dirigido un buen número de proyectos en KREAN. Su espacio de trabajo está la oficina que la firma de Ingeniería y Arquitectura del grupo MONDRAGON tiene en Vitoria-Gasteiz, pero su misión le lleva a sumergirse en las tripas de bodegas, infraestructuras deportivas, industrias, etc. en las que trabaja para aportar su visión de la arquitectura, haciendo que se entiendan bien, que los espacios tengan un sentido y que diseños respondan de forma adecuada a los procesos y usos que se dan en ellos.
¿Cómo está la cartera de proyectos para KREAN en este momento?
Tenemos proyectos interesantes y variados. Contamos con polideportivos, con varios proyectos en el sector terciario, y también en el mundo de las bodegas, donde llevamos muchos años trabajando. Y por supuesto tenemos una buena cartera de proyectos industriales, que forman parte de nuestro ADN como empresa, tanto en Álava como a nivel estatal.
Ha mencionado el sector de las bodegas de vino, donde la demanda parece haberse ralentizado. ¿Es un momento delicado para el sector?
En el mundo de las bodegas el clima influye tanto en el consumo como en el proceso o la producción. El alcance de los proyectos que se nos plantean actualmente desde ese sector prima la calidad sobre el volumen. Son proyectos de producciones especializadas, más exclusivos y con un alto grado de detalle, tanto en el proceso productivo como en la propia arquitectura del proyecto.
"El enoturismo está de moda, y el diseño de Bodegas debe responder a una mayor exigencia en acabados, detalles constructivos, etc."
Es decir, no se trata sólo del diseño exterior de la bodega, sino que debeis llegar hasta el proceso de producción del propio vino.
Si. Se utilizan depósitos más pequeños, y con selección manual de viñedos. Eso repercute en el edificio. La construcción de Bodegas actual debe dar una respuesta a lo que ocurre en su interior. Y como cada día son más singulares, y con el auge del enoturismo, acabados, detalles constructivos, etcétera, exigen responder a un reto mayor. Lo cierto es que son proyectos muy interesantes.
¿Estáis trabajando especialmente en Rioja Alavesa?
Trabajamos en Rioja alavesa, Rioja, Galicia, Ribera del Duero y Rueda. Históricamente, también hemos trabajado con alguna bodega a nivel internacional.
"El reto es dar respuesta a las necesidades actuales de nuestros clientes, pero diseñando espacios y soluciones flexibles al cambio, que puedan adaptarse a nuevas necesidades en el futuro"
En cuanto a las infraestructuras deportivas, ¿han ido cambiando las exigencias en los últimos años?
La innovación está en todos los ámbitos, incluido el deportivo. Parte del reto es ser capaces de dar respuestas a las necesidades actuales de nuestros clientes, pero anticipando soluciones de gran flexibilidad para que los espacios y usos puedan adaptarse a nuevas necesidades en el futuro. En la medida que el cambio es constante, es constante esa necesidad de adaptación.
Bodegas de vino e infraestructuras deportivas. Visto desde fuera parecen dos construcciones totalmente distintas. ¿Es así?
Los usos y necesidades específicos los hacen diferentes. Una parte importante del proyecto es entender cómo funciona el propio edificio. Hay que hacerlo antes de empezar a programar o diseñar. En un polideportivo, entender cómo van a entrar las personas, los movimientos que van a hacer y qué flujos pueden generar. Y lo mismo en las bodegas o en la industria. Es decir, una de las partes críticas de nuestro trabajo es entender qué va a pasar dentro del edificio y desarrollar una envolvente que responda a ello. Van de la mano.
¿Y qué semejanzas tienen?
Como hemos dicho, el edificio tiene que contemplar lo que va a pasar en su interior; no es sólo una mera cáscara. Es el arte al servicio de una función. La gente se tiene que sentir a gusto dentro de ese edificio y tiene que funcionar bien.
"Ni la funcionalidad más absoluta ni la estética más atractiva son suficientes por sí solas. La arquitectura debe dar una respuesta equilibrada a los dos vectores.”
¿Como arquitecta, el equilibrio entre funcionalidad y estética es siempre imprescindible o una puede adquirir más peso que el otro en función del proyecto?
Por regla general lo acertado es conseguir el equilibrio. La funcionalidad debe aportar de alguna manera a la estética y la estética debe ayudar a que las personas usuarias se sientan bien dentro del edificio. Trabajar en un lugar agradable es distinto a trabajar en una caja cerrada. Ni la funcionalidad más absoluta ni la estética más atractiva son suficientes por sí solas. La arquitectura debe dar una respuesta equilibrada a los dos vectores.
También trabajáis en infraestructuras industriales. Muchas veces se nos olvida que Álava es el territorio más industrializado. ¿Qué tipo de trabajos estáis haciendo
Tenemos grandes empresas industriales en Álava, y colaboramos con algunas de ellas a este nivel. Pero también lo estamos haciendo con otro tipo de empresas. Trabajamos con empresas que operan desde la industria productiva hasta la logística, tanto desde KREAN en su globalidad como desde la oficina de Vitoria. Y va de la mano de lo que hemos dicho antes: es muy importante saber cómo es el proceso y cómo funciona. Por lo general la industria se esta haciendo cada día más exigente en la demanda de espacios e instalaciones más agradables y adaptadas a las necesidades de las personas que trabajan en ellas.
Te dedicas a gestionar equipos multidisciplinares. ¿Cuál es la clave en la construcción y entendimiento de un lenguaje compartido en esa interdisciplinariedad?
Diría que tener la diversidad de capacidades y perfiles dentro de la empresa es lo que más aporta al proyecto. En el diseño participan especialistas en muchos ámbitos: estructuras, arquitectura, instalaciones, geotermia... Cada uno mira el proyecto y el diseño desde su propia perspectiva y habla su propio lenguaje, pero también hace una aportación diferente al proyecto. Integrar todas esas visiones permite hacer un proyecto integral, coherente. Poco a poco todo encaja y toma un único cuerpo. Es sin duda nuestro punto fuerte.
"Yo diría que el hecho de tener todos estos perfiles multidisciplinares dentro de la empresa es lo que da riqueza al proyecto. Especialistas en distintos ámbitos participan en el proceso de diseño."
Tú misma ha trabajado en proyectos muy variados. ¿Con qué te quedas en cada uno?
Lo que más me satisface es lo que aprendo en cada proyecto. Tenemos que conocer desde el principio cómo funcionan las cosas y cada proyecto te aporta lo suyo en ese sentido. El reto es esfuerzo y dedicación constante y no se puede decir que sea monótono [entre risas]. A mí eso me motiva. Además, me sigue emocionando entrar en un edificio nuevo donde he tenido el privilegio de participar en el proyecto. Más allá, cada proyecto tiene sus propias características, y las aportaciones también son infinitas en este sentido: hay quien busca más la marca del producto, otros la flexibilidad… En eso también está la gracia. Cada día es un nuevo proyecto.