Con más de 120 años de tradición, Tonelería Murúa se ha trasladado desde su sede original en Logroño a las nuevas instalaciones en Navarrete, La Rioja. LKS KREAN ha realizado el diseño y la dirección de las obras de la nueva sede.
La integración de la historia de la tonelería en una sede innovadora en la que el proceso y la edificación se complementan y forman parte de un todo ha sido uno de los retos importantes de este proyecto. La nueva edificación tiene una superficie de 5.534 m² construidos, así como una explanada de 11.000 m² para el secado de madera previo al proceso de elaboración de barricas.
Ubicada en el polígono industrial de Lentiscares en Navarrete, la tonelería se ha diseñado en torno al eje del claustro interior. Este espacio genera un pequeño oasis en el entorno industrial, un ambiente a escala humana y cálida donde recibir a empleados y visitantes.
La elaboración de barricas es un proceso artesanal, siendo fundamental la labor de los toneleros. El diálogo entre el proceso, la elaboración y el edificio está presente en todo momento. La testa de las barricas cobra protagonismo en la embocadura de madera que recibe al visitante y da paso al patio interior desde donde se distribuye el programa. Desde la zona de fabricación hay vista a las fachadas interiores de oficinas y vestuarios a través de un gran ventanal que comunica la tonelería con el patio. De la misma manera, las visitas son conocedoras del proceso de elaboración desde su llegada a la tonelería, quedando el proceso enmarcado en este gran ventanal.
El layout está organizado de forma ordenada desde la entrada de madera en la tonelería hasta la salida de la barrica terminada al almacén y zona de expedición. Altos espacios, extracción localizada en cada máquina, zona de domadero y tostado de barricas, con fuegos, hormigón refractario y extracción localizada. La caldera de biomasa se alimenta con el material residual del propio proceso de la elaboración de barricas, cerrando el ciclo elaboración-edificación.