Fernando De la Maza en EnpresaBIDEA: "La arquitectura tiene sentido si se hace pensando en las personas"

En una entrevista realizada por Maite Reizabal para EnpresaBIDEA, Fernando De la Maza, Arquitecto en KREAN, cree que  “el diseño responsable armoniza la estética con la funcionalidad, la economía y la sostenibilidad”.

El nuevo edificio de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU en Bilbao y el centro asistencial para mayores Arbes en Irun (Gipuzkoa) son dos de los proyectos que tiene entre manos el arquitecto de Krean, Fernando de la Maza. La primera se encuentra ya en fase de construcción sobre una parcela de 5.300 m2 de superficie y tendrá 32.000 m2 útiles. La segunda se construirá en una parcela de 6.913 m², en la que está prevista una residencia para personas mayores, tres centros de día, un centro de discapacidad física grave y un edificio para alojamientos dotacionales, un total de 14.000m2 . Proyectos interesantes ambos, en opinión de De la Maza.

¿Cuánto tiene la arquitectura de funcionalidad y cuánto de creatividad?

La arquitectura es una disciplina compleja que debe combinar muchos aspectos. Empezando desde la formación del arquitecto, se estudian disciplinas como las matemáticas, la física, la historia del arte o el dibujo, que sirven como herramientas para resolver problemas complejos a través de proyectos. Un buen edificio debe responder a una serie de condiciones, tanto estéticas, económicas, funcionales como de sostenibilidad.

¿Y cómo se conjugan ambos?

Para que un proyecto funcione no debe haber incompatibilidad entre un diseño creativo, el cumplimiento de un programa, la calidad de los espacios, la sostenibilidad de los materiales o su impacto en el medio ambiente. Así, un edificio o cualquier objeto que diseñemos se verá más bello si cumple su función. Por tanto, no pueden ser incompatibles.

¿Qué tienen en común la arquitectura y la economía?

La arquitectura es una actividad económica dentro de la industria de la construcción, que engloba muchas profesiones y tiene perfiles muy diferentes, por lo que su impacto social es amplio y transversal. Esto hace que los procesos de crisis se reflejen directamente en la construcción y que funciona como termómetro o indicador, entre otros, de la situación económica de una sociedad.

¿Cómo entiende Krean la arquitectura?

KREAN es una empresa formada por un equipo multidisciplinar. Trabajamos para generar un impacto positivo en las personas y el entorno a través de la ingeniería, la arquitectura y múltiples proyectos que afectan al territorio. Trabajando conjuntamente con el cliente y los agentes implicados en el proceso de construcción de un edificio o entorno, abordamos proyectos complejos con soluciones completas e integradas.

El centro asistencial de Arbes en Irun (Gipuzkoa) es uno de los últimos proyectos que habéis realizado. ¿Es la primera vez que KREAN desarrolla un proyecto de estas características?

De hecho, hemos hecho un proyecto muy similar en Álava, en el barrio de Lakua, Arabarren Egoitza que es un complejo asistencial para personas mayores que incluye varios recursos. Es decir, no es sólo una residencia: tiene un centro de día, un centro para personas con discapacidad física severa...

La Residencia de Arbes, comparada con la de Lakua, dispone también de un edificio de apartamentos tutelados para personas mayores, con menor grado de dependencia. Así, pueden mantener su independencia con otro tipo de servicios.

Y en estos dos proyectos es interesante que KREAN no sólo está en fase de diseño y construcción, sino que también participa en la promoción, tanto con la Diputación Foral de Álava como con la de Gipuzkoa.

¿Es habitual la participación de KREAN en la promoción o ha sido una línea desarrollada en los últimos años?

Es una actividad que estamos desarrollando de manera creciente en los últimos años, empezando por los proyectos de generación de energía verde, como las Cooperativas Ekiola, basadas en el empoderamiento de la ciudadanía en la generación y gestión de energías renovables, o desarrollando proyectos en el ámbito sociosanitario, como se ha hecho en la residencia Arabarren en Vitoria y ahora en Arbes.

También estáis trabajando en el proyecto del nuevo edificio de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU, actualmente en proceso de construcción. ¿Qué supone para KREAN participar en este proyecto?

Es un proyecto con muchos puntos de interés: porque está en el centro de la ciudad, en Basurto. El objetivo es potenciar este espacio como polo de la sanidad en Bilbao. Asimismo, el interés del proyecto reside en que el nuevo edificio contará, además de con espacios docentes y asistenciales, con espacios para laboratorio e investigación. Estos se agruparán en uno de los volúmenes que componen el edificio que se organiza en forma de peine, conectándose mediante un pasillo principal y tres pasos secundarios.

El uso del edificio y su proximidad al Hospital de Basurto supondrá generar sinergias tanto en el ámbito educativo como en el de la investigación.

La fase de construcción ya ha comenzado y el reto incluirá también su puesta en marcha.

¿Habíais realizado algún otro proyecto de estas características?

Hemos construido otros edificios para la educación, como la Universidad de Mondragón, pero como hemos dicho, frente a otros proyectos que hemos acometido, la ubicación es un elemento diferenciador de este proyecto de la UPV/EHU. El objetivo es crear un nuevo espacio de conocimiento relacionado con el ámbito biosanitario. Más allá de una infraestructura, quiere ser un polo de creación y atracción de conocimiento.

¿Qué retos tiene actualmente KREAN?

KREAN es un referente en arquitectura e ingeniería. Estamos presentes en todo el proceso de promoción, diseño y construcción, desde la digitalización, la innovación y la industrialización.

El reto es la innovación continua en el proceso de desarrollo de los proyectos, dotándolos de un valor transformador, que permitan facilitar los proceso y enfocar los esfuerzos en la calidad del edificio.

¿Son tiempos complejos para ser arquitecto?

Diría que son tiempos tan complejos como ilusionantes para muchas profesiones. Pero siempre que se han producido periodos de incertidumbre social y económica se han superado con trabajo y constancia, y en nuestro caso con la ilusión que tenemos de aportar a la sociedad. Ahí fijamos nuestro objetivo, aunque no siempre sea fácil.

Pensando en el contexto del año 2023 y teniendo en cuenta sus características en global. ¿Hay construcciones arquitectónicamente conocidas que lo reflejen?

La incertidumbre global y el cambio de ciclo que se detecta ha supuesto que las intervenciones que más valor han fijado en el respeto al entorno social y medioambiental se conviertan en construcciones emblemáticas, como es el caso de modelos innovadores de rehabilitación que ponen el foco en el uso eficiente de la energía, la sostenibilidad y el aprovechamiento del espacio existente. Es decir, no nos centramos sólo en el impacto visual o estético de los edificios, sino en la rehabilitación y restauración de edificios y áreas urbanas.

Como ejemplo podemos citar la obra de David Chiperfield (premio Pritzker 2023) y, en concreto, sus intervenciones en la James-Simon Galerie y el Neues Museum de Berlín. Son dos obras dos obras en edificios prexistentes que recuperan y potencian el entorno que les rodea.

Teniendo en cuenta las influencias en la arquitectura, ¿Qué características podemos anticipar para el año 2024?

Ante todos los retos ligados al contexto económico y a los cambios sociales que se están produciendo, debemos poner el foco en que la arquitectura tiene sentido si se hace pensando en las personas.

Pensar en que nuestras ciudades y edificios sean cada vez más habitables, accesibles, flexibles, con menos ruido, más espacios de ocio y más respetuosos con el medio ambiente.

03.01.2024

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